miércoles, 2 de diciembre de 2015

6. RESUMEN DE UN ARTÍCULO: EXPERIENCIAS DE EDUCACIÓN CORPORAL PARA CONOCERSE
Los alumnos del segundo ciclo de Educación Infantil exploran sus posibilidades y limitaciones motrices. Por ello, los profesores aprovechan los espacios para afianzar los patrones motores que ya tienen adquiridos y descubrir otras actividades motrices que requieran su atención, así como ponen a prueba su coordinación dinámica general y su capacidad de equilibrio.
Las actividades que se proponen para conocer y controlar su propio cuerpo van de lo sensorial a la toma de conciencia de lo que están haciendo, desde actividades con otros compañeros a los sentimientos y sensaciones producidas a través del juego.
A través de estas experiencias, los niños descubren sus capacidades y expresan aquellas cosas que les preocupa, lo que les sucede, lo que les divierte, etc. Cada uno se sitúa de un modo diferente en la sala y se repite una sesión tras otra, de forma que permite que el profesorado pueda planificar, desarrollar y evaluar los proyectos personales de cada alumno y del grupo.

EL CONTROL DEL CUERPO EN MOVIMIENTO
MOMENTO DE ENCUENTRO
El encuentro en la sala-gimnasio se concreta en una serie de actividades, con las cuales la profesora pretende conseguir un proceso de enseñanza-aprendizaje óptimo con los alumnos.
Para los alumnos de 5 años, el conocimiento y control corporal es un tema conocido, puesto que ha sido trabajado con 3 y 4 años.
Procuramos no utilizar más de diez o quince minutos de los cuarenta y cinco que, aproximadamente, dura la sesión.

MOMENTO DE CONSTRUCCIÓN DEL APRENDIZAJE
Con tres y cuatro años trabajamos con los niños el control corporal utilizando diferentes lugares-acción de la sala: el circuito (bancos suecos, mesa alemana y plinto) nos permitió plantear recorridos de distinta complejidad en función de su competencia motriz; el lugar acolchado a los pies de la pared de espalderas posibilitó un mejor equilibrio para los desplazamientos, así como la utilización de otros materiales para plantar otras situaciones educativas.
Nos vamos a centrar en una unidad didáctica de niños de cinco años donde les pediremos que se desplacen por la sala al ritmo del pandero. El cambio de ritmo les exige un control sobre el cuerpo que delata a los menos diestros y que nos permite incidir en aquellas propuestas que requieren un control corporal.
También podemos detener el golpeo y decirles que se mantengan en una postura, contando para ello tres segundos y pasando, más tarde, a cinco segundos, para que sean conscientes de su inmovilidad. Luego les decimos que recuerden las posturas en las que se quedan estátiles y que elijan dos de ellas para cambiar cada vez que se detenga el pandero. Un ejemplo de actividad podría ser: “un, dos, tres, zapatito inglés”.
Otro planteamiento de actividad en posteriores sesiones trata de distribuir aros por la sala y decirles que no pueden pisarlos, pero cuando el pandero suene muy fuerte deben ir corriendo a un aro a refugiarse. Esto hizo que muchos de los niños renunciasen a desplazarse para esperar a que sonase el pandero e ir corriendo a refugiarse a un aro. El tiempo de práctica y las sugerencias del profesor ayudan a la construcción del aprendizaje.
Otro ejemplo de actividad es repartir un aro cada dos alumnos y quien llegue en segundo lugar debe imitar la postura que ponga el que haya llegado en primer lugar, lo que exige control corporal a la hora de imitar a otro compañero.

MOMENTO DE DESPEDIDA
Los alumnos recogen la sala y pasan al recinto de bancos para reflexionar sobre lo ocurrido. Posteriormente, se les da un folio en cuatro partes para que dibujen lo que han aprendido durante las sesiones.

EXPLORANDO EL EQUILIBRIO CORPORAL
En este apartado se muestra la planificación elaborada para llevar adelante la unidad didáctica llamada: “Explorando el equilibrio corporal”, y para el cual se ha realizado el tema anterior, tres años más tarde con nuevos niños.

ACERCÁNDONOS A LAS ACTIVIDADES DE DANZA
Con respecto a las actividades de danza, los alumnos dirigidos por una alumna llamada Amanda, se trasladan haciendo el tren hacia el salón de baile, mientras suena de fondo en un reproductor la canción que suelen cantar. Una vez que llegan al salón se disponen a bailar canciones de distintos ritmos. Lo que las maestras pretenden en este momento es que los alumnos bailen, disfruten, canten, y desarrollen su expresión gestual.

Es baile al tener un ritmo muy marcado y vivo la docente solicita que se separen unos de otros para evitar posible golpes, y que se muevan al ritmo que marca la canción. Con esta actividad la profesora consigue que conozcan cambios de ritmo que ajusten sus gestos y movimientos a aquello que la canción les solicita.

Lo sucedido en el baile puede ser un buen inicio para ir tomando conciencia de los diferentes elementos que intervienen en la danza. Al marcar el ritmo con palmadas pueden producir ellos mismos cambios en los movimientos, ya que pasan de andar a correr o incluso saltar. Con las actividades que intervienen en el baile podemos hacer dibujos y pegarlos en la pared de manera que cuando se va de uno a otro, se siguen las indicaciones que marcan. Con los conocimientos adquiridos los alumnos pueden crear su propia danza, la docente crea una historia con diferentes acciones que han observado y ejecutado y si es necesario las representa delante de los alumnos, desde esta situación los niños modifican algunas de estas actividades. Poco a poco los componentes del grupo son capaces de construir historias para luego bailarlas, representarlas, evaluarlas, modificarlas y enriquecerlas.

Finalmente este texto muestra una propuesta de enseñanza y aprendizaje con distintos momentos, el primero es de encuentro y en el bailan la danza de las manos, el segundo es el de construcción del aprendizaje, donde se representan la danza de los lápices, el viento mágico y las caídas) y el tercero y último es el de despedida en el cual se hacen un masaje.

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